El Sistema Globalmente Armonizado (GHS) es una recomendación internacional para la clasificación de productos químicos y la comunicación de sus peligros. El GHS ofrece un enfoque unificado para clasificar sustancias y etiquetarlas, lo que contribuye a proteger la salud humana y el medio ambiente mediante la estandarización de la información sobre peligros y las medidas de seguridad.
Fue desarrollado por las Naciones Unidas para garantizar una comunicación coherente y clara sobre los peligros químicos a nivel internacional. Sin embargo, estos objetivos no se han alcanzado plenamente en la práctica, ya que cada país adopta el GHS conforme a su propio marco regulatorio.
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El GHS se compone de tres elementos principales:
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El GHS es clave en los asuntos regulatorios porque facilita el cumplimiento normativo en diferentes países al estandarizar la comunicación de peligros. Esto reduce las diferencias entre regulaciones nacionales, simplifica el comercio internacional y mejora la seguridad al asegurar que la información sobre los peligros sea clara y coherente.
Recibir formación en GHS es esencial para comprender los marcos regulatorios específicos de cada país, ya que el GHS sirve de base para la clasificación y comunicación de peligros a nivel mundial.
El GHS exige que las etiquetas y Fichas de datos de Seguridad (FDS) sigan un formato específico para garantizar la coherencia. Las etiquetas deben contener pictogramas de peligro y datos fácilmente comprensibles. Las Fichas de datos de Seguridad (FDS) deben tener un formato de 16 secciones que incluya identificación de peligros, composición y medidas de primeros auxilios, entre otros. Esta uniformidad mejora la claridad y asegura que los usuarios dispongan de la información esencial.
El GHS está diseñado para ser compatible con otras normas y regulaciones internacionales. Se ajusta a regulaciones regionales y nacionales como la
Hazard Communication Standard de OSHA en Estados Unidos o CLP en la UE, contribuyendo a armonizar las prácticas de seguridad química en todo el mundo. Esta alineación facilita el comercio internacional y asegura que las prácticas de seguridad sean reconocidas globalmente.
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